La séptima cita del campeonato era la trigésima edición del rallye San Froilán, el rallye de Lugo, el de casa. Correr en casa es un arma de doble filo, la extremada confianza hace que sea muy fácil cometer un error y quedarse fuera de la carrera, por lo que desde nuestro equipo todos los sentidos estaban puestos en centrarse únicamente en hacer una buena carrera. El viernes por la tarde bajo un sol radiante verificamos como de costumbre sin ningún problema.
El sábado amanecía con una fina capa de agua sobre el asfalto, la amenaza de nubes negras que intercalaban algún que otro claro, lo que complicaba mucho la predicción meteorológica y la elección de neumáticos, además de que tendríamos que hacer tres tramos con los mismos neumáticos. Decidimos arriesgar un poco y salir con seco adelante y mixto atrás. El primer tramo, la especial de Queizán estaba muy complicada, con zonas muy mojadas y embarradas y otras solo húmedas, realizamos el tramo lo más rápido que pudimos sin tomar demasiados riesgos, nos esperaban aun nueve tramos por delante, hicimos el segundo mejor tiempo del Volante Racc a tan solo un segundo del líder provisional. De camino al segundo tramo, Láncara, vemos como descarga sobre nosotros un fuerte chaparrón de agua dejando el suelo completamente mojado, nuestra sorpresa es que justo al legar a la salida del tramo la carretera estaba parcialmente seca y tan solo unas pequeñas humedades en los sitios más sombríos, hicimos el scratch del Volante Racc y nos pusimos como lideres del trofeo, posición que no abandonaríamos ya hasta el final de la carrera. El tercer tramo, Ribas de Miño, se encontraba todo mojado, salimos igualmente al máximo de nuestras posibilidades y volvimos a marcar otro scratch. Ëramos primeros del Volante Racc y séptimos en la clasificación general, las cosas empezaban a pintar bien.
A continuación tendríamos un reagrupamiento en Outeiro de Rey y de vuelta hacia las segundas pasadas un parque de asistencia. En la asistencia nuestros mecánicos se dan cuenta, revisando el coche, de que el nivel de anticongelante está bajo y que partes del coche están manchadas de 
líquido refrigerante, como no hay tiempo a mucho más montamos neumáticos mixtos en las 4 ruedas que es la opción que eligieron todos nuestros contrincantes y salimos del parque de asistencia hacia las segundas pasadas por los tres primeros tramos. Nuevo paso por Queizán, especial que se encuentra en delicadas condiciones con mucho barro en las curvas y con muchas zonas húmedas, nos sale un tramo bueno sin ningún susto, de camino al segundo tramo revisamos el nivel del anticongelante y observamos que el nivel ha descendido y que está toda la caja de cambios salpicada por este líquido, en la salida un par de pequeñas patinadas de embrague provocadas por el líquido y todo el tramo vigilando de forma continuada la temperatura del motor no vaya ser que rompa el manguito y nos deje tirados, al acabar el tramo ya vemos que no hay nivel de liquido en la botella por lo que tenemos que echarle agua para alcanzarlo, como la avería va a más antes de salir al último tramo de la mañana rellenamos al máximo la botella para que aguante los doce kilómetros de la especial. Hasta pasados unos 4 kilómetros el embrague no parece funcionar bien, patinando a altas vueltas de motor y perdiendo así un poco de efectividad, al ir pasando los kilómetros y cogiendo temperatura ya no le de debe dar tiempo a mojarse y deja de patinar, atacamos duramente en la parte de final de tramo y conseguimos hacer un buen tiempo a tan solo 4 décimas del scratch. Nada más acabar el tramo ya estábamos rellenando nuevamente el nivel del agua y temiendo que rompiera de todo el manguito y nos dejara tirados ya que la avería iba a más, gracias que solo quedaba ir al parque cerrado y de este al parque de asistencia. En la asistencia nuestro equipo ya tenía todo preparado para realizar un trabajo laborioso por la situación del manguito, como es gente competente realizaron un magnifico trabajo dejando el coche sin ningún problema. Quedaban por delante cuatro tramos, dos de ellos de noche, que a priori no eran tramos favorecedores para nuestro coche por la multitud de cruces. Íbamos primeros del Volante Racc con una diferencia sobre el segundo clasificado de 25 segundos y sobre el tercero de 30 segundos, no era mucho pero suficiente para no tener que arriesgar demasiado, salimos algo cautos en el tramo de Begonte lo que provocó una disminución de la ventaja por parte de nuestros rivales. Al siguiente tramo, Outeiro de Rey, ya tuvimos que salir otra vez al máximo porque los que venían detrás atacaban duro y no queríamos que nos recortaran más distancia, hicimos un buen tiempo recortándonos solo un segundo. Nuevo reagrupamiento y nuevo parque de asistencia para colocar la parrilla de faros y salir a los tramos de la noche. Conscientes de que la distancia que le llevábamos a nuestros perseguidores no nos daba margen al error decidimos afrontar el tramo al máximo nivel y dejar de esta manera la carrera sentenciada al realizar el scratch con 8 segundos más de ventaja sobre el segundo clasificado, el último tramo era solo un mero trámite, diez kilómetros que nos separaban de la tan ansiada victoria en el Volante Racc, salimos a el con el único objetivo de no cometer ningún error y así fue. Acabamos el rallye ganando el Volante Racc y cuartos en la clasificación final del rallye.
líquido refrigerante, como no hay tiempo a mucho más montamos neumáticos mixtos en las 4 ruedas que es la opción que eligieron todos nuestros contrincantes y salimos del parque de asistencia hacia las segundas pasadas por los tres primeros tramos. Nuevo paso por Queizán, especial que se encuentra en delicadas condiciones con mucho barro en las curvas y con muchas zonas húmedas, nos sale un tramo bueno sin ningún susto, de camino al segundo tramo revisamos el nivel del anticongelante y observamos que el nivel ha descendido y que está toda la caja de cambios salpicada por este líquido, en la salida un par de pequeñas patinadas de embrague provocadas por el líquido y todo el tramo vigilando de forma continuada la temperatura del motor no vaya ser que rompa el manguito y nos deje tirados, al acabar el tramo ya vemos que no hay nivel de liquido en la botella por lo que tenemos que echarle agua para alcanzarlo, como la avería va a más antes de salir al último tramo de la mañana rellenamos al máximo la botella para que aguante los doce kilómetros de la especial. Hasta pasados unos 4 kilómetros el embrague no parece funcionar bien, patinando a altas vueltas de motor y perdiendo así un poco de efectividad, al ir pasando los kilómetros y cogiendo temperatura ya no le de debe dar tiempo a mojarse y deja de patinar, atacamos duramente en la parte de final de tramo y conseguimos hacer un buen tiempo a tan solo 4 décimas del scratch. Nada más acabar el tramo ya estábamos rellenando nuevamente el nivel del agua y temiendo que rompiera de todo el manguito y nos dejara tirados ya que la avería iba a más, gracias que solo quedaba ir al parque cerrado y de este al parque de asistencia. En la asistencia nuestro equipo ya tenía todo preparado para realizar un trabajo laborioso por la situación del manguito, como es gente competente realizaron un magnifico trabajo dejando el coche sin ningún problema. Quedaban por delante cuatro tramos, dos de ellos de noche, que a priori no eran tramos favorecedores para nuestro coche por la multitud de cruces. Íbamos primeros del Volante Racc con una diferencia sobre el segundo clasificado de 25 segundos y sobre el tercero de 30 segundos, no era mucho pero suficiente para no tener que arriesgar demasiado, salimos algo cautos en el tramo de Begonte lo que provocó una disminución de la ventaja por parte de nuestros rivales. Al siguiente tramo, Outeiro de Rey, ya tuvimos que salir otra vez al máximo porque los que venían detrás atacaban duro y no queríamos que nos recortaran más distancia, hicimos un buen tiempo recortándonos solo un segundo. Nuevo reagrupamiento y nuevo parque de asistencia para colocar la parrilla de faros y salir a los tramos de la noche. Conscientes de que la distancia que le llevábamos a nuestros perseguidores no nos daba margen al error decidimos afrontar el tramo al máximo nivel y dejar de esta manera la carrera sentenciada al realizar el scratch con 8 segundos más de ventaja sobre el segundo clasificado, el último tramo era solo un mero trámite, diez kilómetros que nos separaban de la tan ansiada victoria en el Volante Racc, salimos a el con el único objetivo de no cometer ningún error y así fue. Acabamos el rallye ganando el Volante Racc y cuartos en la clasificación final del rallye.Desde aquí quiero dar las gracias a todos los miembros de mi equipo, tanto mecánicos, familia, como patrocinadores por apoyarme y confiar en mi y dedicaros esta victoria que tantas veces se nos ha resistido.
La siguiente parada será en Ourense en el rallye Baixa-Limia allí llegaremos terceros del Volante Racc metidos con tres pilotos en la lucha por la victoria, aunque este resultado nos ha vuelto a meter en los puestos de cabeza hay que salientar que lo tenemos aun bastante difícil.
La siguiente parada será en Ourense en el rallye Baixa-Limia allí llegaremos terceros del Volante Racc metidos con tres pilotos en la lucha por la victoria, aunque este resultado nos ha vuelto a meter en los puestos de cabeza hay que salientar que lo tenemos aun bastante difícil.
